Redacción | Desde el Caribe |
Con la firma de la Carta de Intención para los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el secretario de Economía Marcelo Ebrard y la gobernadora Mara Lezama, se inaugura una nueva etapa para el sur de Quintana Roo. Chetumal, capital del estado y símbolo histórico del sureste mexicano, se posiciona ahora como motor de una transformación económica incluyente, sustentable y con visión de largo plazo.
Este acuerdo no solo significa una promesa, sino un plan estructurado para corregir décadas de rezago. Bajo esquema del Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de México, el Polo de Desarrollo para el Bienestar en Chetumal representa una estrategia integral que articula inversión pública, atracción de capital privado y desarrollo de capacidades locales.
Una de las piezas clave de esta estrategia es el robusto esquema de estímulos fiscales que acompañan al nuevo polo. Desde la deducción inmediata del 100% en maquinaria y equipo nuevo, hasta incentivos adicionales para empresas que apuesten por la capacitación dual y la innovación, las condiciones están dadas para impulsar un ecosistema económico moderno y competitivo. A estos beneficios se suman los ya vigentes en la Región Fronteriza Sur y la Zona Libre de Chetumal, fortaleciendo aún más la posición de la ciudad como un polo atractivo para la inversión.
El sur del estado será epicentro de una diversificación económica sin precedentes. Agroindustria, sector aeroespacial, automotriz, farmacéutico, dispositivos médicos, energía, semiconductores y economía circular son algunos de los sectores prioritarios que comenzarán a consolidarse en el nuevo corredor industrial Othón P. Blanco-Chetumal. Este proceso, además, estará acompañado por infraestructura estratégica como el Recinto Fiscalizado Estratégico y el tianguis YUM Kaáx, diseñados para dinamizar las cadenas de suministro y generar más de 16 mil nuevos empleos de calidad.
La conectividad será otro de los grandes pilares. La capital del estado no solo cuenta con un régimen fiscal privilegiado, sino que también se encuentra en un punto neurálgico para la integración regional, el Tren Maya conectará Chetumal con Cancún, el Istmo de Tehuantepec y el centro del país. A ello se suma su aeropuerto internacional, que refuerza la plataforma logística aérea del Caribe mexicano.
Pero más allá de cifras e infraestructura, este proyecto destaca por su enfoque humanista. Como lo ha remarcado la gobernadora Mara Lezama, esta transformación no deja a nadie atrás. Se trata de una política económica con sentido social, que busca cerrar brechas históricas, impulsar la inclusión laboral y construir una economía más justa y solidaria. En palabras de la mandataria estatal: “Es tiempo del sur, es tiempo de nuestra capital, de hacer brillar a Chetumal”.
La firma de este compromiso representa mucho más que una política pública, es un acto de justicia territorial. Chetumal, durante años marginada de los grandes planes de desarrollo nacional, comienza a colocarse como uno de los epicentros del nuevo modelo económico del país. Con voluntad política, visión estratégica y participación activa de todos los sectores, el sur de Quintana Roo se encamina finalmente hacia un desarrollo sostenible, incluyente y próspero.
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