Un encuentro con miras al 2027

Redacción | Desde el Caribe |

"La democracia es una tarea de todos los días" 

En política, los gestos pesan tanto como las palabras. Y hay visitas que, más allá de la agenda oficial, envían mensajes claros a quienes saben leerlos. La reciente presencia de la gobernadora Mara Lezama en un espacio que forma parte del patrimonio político y personal de Mary, figura clave en Felipe Carrillo Puerto, no fue un acto menor; fue una señal de confianza plena, de cercanía real y de reconocimiento al trabajo que se ha venido construyendo desde territorio.

No es común ver a una gobernadora sostener encuentros de carácter privado, fuera del reflector institucional, y menos cuando se trata de liderazgos femeninos que no necesitan intermediarios. Estos acercamientos hablan de algo más profundo, una visión compartida sobre el papel de las mujeres en la conducción de Morena, en el gobierno municipal de Felipe Carrillo Puerto y, por supuesto, en el futuro político del estado.

Quintana Roo cuenta hoy con una clase política femenina que vale la pena destacar. Mujeres institucionales, que han construido de manera paralela sus trayectorias desde abajo, que no heredaron posiciones ni atajos, sino que crecieron al ritmo del movimiento. Son liderazgos que apuestan por la unidad, que entienden la política como construcción colectiva y que promueven valores internos en un momento donde la cohesión es clave.

Mary es parte de esa generación. Su trabajo territorial, su disciplina política y su lealtad al proyecto la han colocado en una posición que ya no pasa desapercibida. Que Mara Lezama cruce esa frontera de lo estrictamente oficial para visitarla no es casualidad, es una validación política, un reconocimiento al capital construido y a la confianza que se genera cuando hay resultados y congruencia.

¿Habrán hablado de la sucesión de 2027? Es una pregunta inevitable. Históricamente, ni el centro ni la zona maya han logrado colocar una propuesta sólida en la carrera por la gubernatura. Sin embargo, los tiempos cambian, y hoy existen perfiles que rompen esa inercia. Más aún cuando Mary ha expresado abiertamente su aspiración a competir por la gubernatura en 2027.

En política, las coincidencias casi no existen. Los encuentros, los gestos y los silencios también comunican. Y cuando dos liderazgos femeninos de este calibre se reúnen, el mensaje es claro, hay confianza, hay proyecto y hay futuro. La ruta apenas comienza, pero las señales ya están sobre la mesa.