Qué es la inflación, cómo se mide y por qué se disparó tanto durante este año

El aumento en los precios de bienes y servicios llevó a la inflación más alta en los últimos 20 años, superando desde marzo el objetivo del Banco de México.


La pandemia de COVID-19 genera estragos económicos, además de la crisis de salud. En semanas recientes seguro escuchaste que en el país se alcanzó la inflación más alta de los últimos 20 años (de 7.37%), y que el Banco de México (Banxico) discutía aumentar o no las tasas de interés.

Y quizá te surgió la duda: ¿por qué aumentó tanto la inflación este año? ¿Cómo se mide ese aumento? ¿El problema en México es más grave que en otros países? ¿En qué ayuda bajar o subir las tasas? 

Para entender todas esas inquietudes, entrevistamos a un par de especialistas y revisamos distintos indicadores. Aquí la explicación: 

¿Qué es la inflación?

Vas al mercado y notas que de principio del año a la fecha ya subió el pollo, la carne de res y algunas verduras como el jitomate y el tomate verde. También lo que pagas de luz y por el gas. 

De ese modo, estás padeciendo la temida inflación, que repercute en tu poder adquisitivo, en cuánto puedes comprar con lo que ganas. 

En la definición del Banco de México, la inflación es “el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país”. 

Felipe Meza, profesor de economía del ITAM, simplifica más la definición y explica que cuando usamos el adjetivo generalizado se refiere a que el aumento de precios se da en un amplio conjunto de bienes. 

Mientras que sostenido se refiere a que el incremento en precios está ocurriendo continuamente a travéz del tiempo.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Banco de México (Banxico) son las dos instituciones, autónomas e independientes entre sí, implicadas en la medición de la inflación y su impacto en el país. 

¿Cómo se mide la inflación?

A través de una lista de 299 bienes y servicios llamada Índice Nacional de Precios al Consumidor y los resultados de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (Engasto), el Inegi mide en qué están gastando más las personas.

“El Inegi le pregunta a los hogares: de todo tu gasto, qué parte le destinaste a la compra de jitomate, chile, cebolla y todos los productos de la larga lista de bienes y servicios… Entonces el precio del kilo de jitomate estará multiplicado por esa ponderación y esa será su contribución al incremento en el nivel general de precios”, explica Felipe Meza.

Es por ello que de manera quincenal el Inegi publica datos de la inflación para cada dos semanas analizadas y para el mes en curso. 

En sus informes, el Instituto desglosa la inflación de cuatro maneras: inflación anual, inflación acumulada, inflación subyacente y la no subyacente.

Los reportes recientes apuntan a que México cerrará el año con al menos un 7% de inflación, ese porcentaje se refiere a la inflación anual; es decir, la comparación de la inflación entre el mes de un año comparado con el mismo dato del año anterior. 

La inflación acumulada es el incremento de la inflación desde enero del año analizado hasta el mes más reciente.

La inflación subyacente se enfoca en los bienes cuyo precio está delimitado por el mercado; es decir, la oferta y la demanda de dicho servicio.  Se consideran alimentos y bebidas, mercancías, servicios, vivienda y pago de colegiaturas.

La no subyacente depende de factores externos como el clima o regulaciones del gobierno; es decir que la generación y precio del bien está sujeto a ello.  Aquí se incluyen frutas y verduras, y los energéticos, lo que se paga de gas y luz. 

En sus informes, el Inegi indica cuáles son los principales bienes y servicios de la lista de 299 cuyo valor aumentó más, y los que disminuyeron. 

Por ejemplo, en la tabla de abajo se pueden ver los resultados de noviembre del presente año:

¿Por qué un producto o bien sube de precio?

La oferta y la demanda de un producto o servicio influye en su precio en el mercado. 

Durante la pandemia por COVID-19, cuando la movilidad aérea se ha visto reducida, es evidente que los precios de los boletos de avión han aumentado. Eso se debe a que menos gente demanda ese servicio y, para disminuir el impacto, las aerolíneas incrementan los precios. Es por ello, que, por ejemplo, en el reporte más reciente del Inegi, el transporte aéreo es uno de los productos con precios a la alza. Para noviembre cerró con un 9.67% más.

Por otro lado, el precio del gas doméstico LP se mantuvo la mayor parte del año como uno de los productos con mayor inflación (incremento anual de 23.97%), de acuerdo con datos del Inegi, y eso se debió a que la producción del mismo disminuyó; es decir, aunque mucha gente demandaba tenerlo, no existía suficiente gas para abastecer la demanda, había poca oferta, y por ello sus precios aumentaron, a nivel global. 

En ese juego de oferta y demanda intervienen muchos factores, como que haya obstáculos adicionales en el traslado de los productos, que haya fallas en las fábricas, o que en el interior de cada país haya carencias de regulación o apoyos a ciertos sectores. 

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