Redacción: Hechos del Caribe
Hoy, 19 de noviembre, el mundo conmemora el Día Internacional del Hombre, una fecha que invita no solo a felicitar, sino también a reflexionar sobre el papel que millones de hombres desempeñan diariamente en nuestras familias, comunidades y sociedades.
Es también un recordatorio de que detrás de muchos de los avances, construcciones, inventos y esfuerzos que han dado forma al mundo que conocemos, hay manos, ideas y sacrificios de hombres que trabajaron ,y trabajan, sin esperar reconocimiento.
Pero más allá de sus aportes tangibles, hoy celebramos algo aún más valioso, sus virtudes humanas, esas que suelen ejercerse en silencio, sin festejos ni aplausos, pero que sostienen hogares enteros y dan rumbo a generaciones completas.
Porque ser hombre, en cualquiera de sus expresiones y realidades, también significa:
Honestidad: la palabra que se cumple, el compromiso que no se negocia.
- Valentía: no solo para enfrentar peligros, sino para admitir errores, cambiar y mejorar.
- Trabajo: el esfuerzo que mantiene en pie familias, proyectos y sueños colectivos.
- Amor: ese que se expresa a veces sin grandes discursos, pero con acciones constantes.
- Protección: no desde la fuerza, sino desde la responsabilidad y la presencia.
- Cariño: el que se da a hijos, parejas, amigos y padres, derribando estigmas.
- Amabilidad: la capacidad de ser luz en un mundo que muchas veces les exige dureza.
En un tiempo donde las conversaciones sobre igualdad avanzan, y deben avanza, también es justo reconocer que los hombres enfrentan presiones culturales, cargas emocionales y expectativas sociales que históricamente han limitado su bienestar. Este día es una oportunidad para recordar que la igualdad también implica reconocer, valorar y acompañar sus desafíos.
A todos los hombres que construyen, que acompañan, que sienten, que luchan y que aman:
Feliz Día Internacional del Hombre.
Que su aporte siga siendo inspiración, y que su presencia continúe construyendo un mundo más equilibrado, justo y humano.
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