Redacción | Desde el Caribe |
"Hay jóvenes viejos y viejos jóvenes"
La visita de la presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto, Mary Hernández, al Ing. Mario Villanueva ex gobernador del Estado de Quintana Roo, (1993-1999) dejó ver, más que un acto de cortesía. En un municipio donde la memoria colectiva sigue siendo un factor que orienta percepciones y expectativas, acercarse a una figura histórica del sur envía un mensaje que la ciudadanía lee con facilidad.
Villanueva conserva un peso simbólico que no depende de cargos, sino del recuerdo de su carácter y de la cercanía que, para muchos, representó una forma distinta de ejercer el liderazgo. Su presencia aún tiene eco en comunidades donde la palabra, la firmeza y la historia personal suelen contar tanto como los programas de gobierno.
Mary, al sostener este diálogo, reconoce esa realidad. No busca anclarse en el pasado, sino comprender la trayectoria que ha moldeado la identidad política y social del territorio. El gesto es sencillo, pero estratégico; escuchar a quienes conocen el sur desde sus raíces y valorar la experiencia acumulada como parte del aprendizaje del presente.
La alcaldesa fue contundente al subrayar una idea resumida, el sentir de muchos en Carrillo Puerto y en todo el estado: “Históricamente, de los pocos exgobernadores del sur a quienes los carrilloportenses le recordamos el legado y la valentía de quien nunca se hincó.” Esa frase no solo enmarca una valoración personal; coloca a Villanueva en un plano simbólico que trasciende coyunturas.
Sin nombrarlo, la señal es clara, un liderazgo que se toma el tiempo de construir puentes, de reconocer referentes y de nutrirse de voces con legitimidad social que proyecta estabilidad, madurez y sentido de rumbo. En un municipio donde la gente observa con atención quién camina, con quién dialoga y a quién escucha, este tipo de acercamientos con el Ingeniero suelen resonar de manera profunda.
A veces, los movimientos más discretos son los que mejor definen la visión de quien gobierna. Y este encuentro, sobrio y respetuoso, confirma que Mary Hernández entiende la importancia de caminar con memoria para avanzar con firmeza.
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