Claudia Sheinbaum destaca avances en Quintana Roo y respalda el liderazgo de Mara Lezama



Redacción | Desde el Caribe |

"La política es el arte de lo posible

En Quintana Roo, el liderazgo de Mara Lezama Espinosa se ha consolidado como un punto de equilibrio político que pocos gobernadores en México han logrado construir. Su fuerza territorial, su capacidad de operación y la cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum la colocan en una posición estratégica que ordena la vida pública del estado y define rumbos más allá del corto plazo.

La reciente visita de la presidenta lo dejó claro Sheinbaum no solo elogió proyectos y políticas, sino que otorgó un reconocimiento político directo al trabajo de Mara Lezama, subrayando la confianza y coordinación permanente entre ambos gobiernos. En términos políticos, ese mensaje es contundente; Quintana Roo tiene una gobernadora respaldada al más alto nivel.

Pero el peso de Lezama no se explica únicamente por su cercanía con el Gobierno Federal. También responde a los resultados visibles en temas que históricamente han sido retos complejos para la entidad.

Uno de los puntos que más destacan en su administración es el avance en materia de seguridad. Sin caer en triunfalismos, diversos indicadores estatales han mostrado una disminución sostenida en hechos delictivos, especialmente en delitos de alto impacto que durante años marcaron la narrativa del Caribe mexicano.

Este cambio no es casual. Responde a una estrategia basada en inteligencia, coordinación con las fuerzas federales y un despliegue territorial constante, acompañado de programas sociales que buscan atender las causas.

Hoy, si bien persisten desafíos, es innegable que existe un ambiente de mayor control institucional y una percepción pública que reconoce avances, algo que se refleja también en la actividad turística y la confianza empresarial.

A la par, Quintana Roo vive un ciclo de crecimiento que se fortalece con grandes obras y programas emblemáticos, el impulso al desarrollo comunitario, la movilidad moderna, la expansión de viviendas del bienestar y la llegada de inversiones privadas que encuentran terreno fértil en un estado más ordenado.

El resultado es un desarrollo económico y social acelerado, con mayor derrama turística, diversificación productiva y una política pública que pone en el centro a las comunidades históricamente relegadas.

Un tablero político que pasa por una sola oficina, es decir, no sorprende que Quintana Roo se haya alineado en torno a Mara Lezama. Su liderazgo político es hoy el referente obligado en la toma de decisiones dentro de Morena y en el diseño de las rutas hacia las definiciones del 2027.

La gobernadora es quien marca el ritmo, ordena la casa interna, modera tensiones y decide perfiles. Ningún proyecto político relevante puede construirse al margen de su conducción.

La presidenta Sheinbaum lo sabe, por eso la respalda, la reconoce y la coloca como una pieza clave para la consolidación del proyecto de transformación en el sureste.

Hoy, en Quintana Roo, la política, la seguridad y el desarrollo atraviesan una misma ruta. Y esa ruta lleva claramente el sello de Mara Lezama Espinosa.


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