Manuel Solís | Desde el Caribe |
Chetumal la capital del Estado de Quintana Roo es el epicentro de la política, bajo esa premisa el tablero político se mueve con anticipación. Aunque faltan casi 24 mese para la contienda de 2027, la capital del estado ya vive un clima de efervescencia anticipada. Las reuniones discretas, los recorridos comunitarios y las estrategias soterradas marcan el inicio de una competencia donde cada paso cuenta.
La reciente medición de la encuestadora Rubrum confirma lo que muchos intuían: Morena mantiene una ventaja considerable en las preferencias ciudadanas, con más del 60% de intención de voto general en la capital. Pero el verdadero reto del partido guinda no estará fuera, sino dentro. La disputa por la candidatura será intensa, pues varias figuras con peso político y estructuras reales ya están en flujo constante.
De acuerdo con la casa encuestadora Rubrum, El Secretario General del Ayuntamiento Luis Gamero Barranco lidera las preferencias internas con poco más del 50% de apoyo entre simpatizantes morenistas. Con trayectoria en la zona sur y presencia constante en la capital, Gamero ha sabido sostenerse en el radar político local. Detrás de él se ubica Elda Xix Euan, actual secretaria de Educación, quien ha fortalecido su posicionamiento con resultados visibles y trabajo territorial, especialmente en comunidades rurales y colonias populares.
Un peldaño más abajo se coloca David Hernández Solís, secretario de Organización de Morena en Quintana Roo, quien ha construido una base sólida en sectores sociales y mantiene un discurso cercano a las causas populares. También aparece el diputado local Saulo Aguilar Bernés, operador político con estrategia discreta pero creciente influencia.
En la acera opuesta, los partidos de oposición intentan encontrar rumbo. El PAN apuesta por Germán González, aunque con una estructura debilitada; Movimiento Ciudadano promueve a Lidia Rojas, quien busca proyectarse por tercera ocasión como una voz joven y fresca; y el desahuciado PRI, una vez más, sigue ausente del escenario, sumido en su propio letargo político.
El análisis es claro; Morena llega con ventaja, pero con un riesgo evidente de fractura interna si no logra procesar su competencia con madurez política. El resto de los partidos, en cambio, enfrentan el desafío de reinventarse o resignarse a ser simples espectadores.
El camino hacia 2027 será largo y accidentado. La ciudadanía de Chetumal ya no se deja impresionar por los colores ni los slogans, exige resultados, coherencia y cercanía. Y quienes no lo entiendan a tiempo, quedarán fuera del juego.
Porque en política "y especialmente en la capital del estado", el poder no se hereda; se construye paso a paso, con trabajo, estrategia y lectura del momento social.
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