El impacto ocurrió cuando la aeronave empezó a perder el control desendiendo en espiral e encontraba , lo que provocó que "lentamente todos los pasajeros y tripulación fallecieran", según palabras del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Durante un evento en el sur del país, el mandatario pidió a la multitud que se pusiera de pie y guardara un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
La compañía aérea Voepass, conocida por operar vuelos en rutas regionales dentro de Brasil, emitió un comunicado expresando sus condolencias a las familias afectadas y asegurando que colaborará plenamente con las autoridades en la investigación de las causas del accidente. El vuelo 2283, que había salido de Cascavel alrededor del mediodía, contaba con un historial de operaciones sin incidentes significativos hasta este fatídico día.
Las autoridades locales, junto con equipos de rescate y bomberos, acudieron rápidamente al lugar del siniestro, que se encuentra en una zona rural de Vinhedo, a unos 70 kilómetros del centro de São Paulo. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, no hubo sobrevivientes entre los ocupantes de la aeronave.
El accidente ha generado una profunda conmoción en todo el país, y se espera que en los próximos días se lleven a cabo investigaciones exhaustivas para determinar las causas exactas del siniestro. Mientras tanto, se ha dispuesto asistencia psicológica y apoyo logístico para las familias de las víctimas.
Este trágico evento subraya los desafíos y riesgos inherentes a la aviación, incluso en vuelos regionales que son considerados de bajo riesgo. La tragedia ha dejado a la nación en duelo, mientras los brasileños se preparan para enfrentar las dolorosas secuelas de la pérdida de 62 vidas en un solo instante.
0 Comentarios